El Langreo mereció más en su primer partido de Liga. Abrió la competición contra el Atlético Baleares, campeón el pasado año del Grupo III de Segunda B y que se quedó a un gol de ascender.
Sobre el campo apenas hubo diferencias. El Langreo, cuyo objetivo es mantenerse, tuvo oportunidades más claras que su rival. El portero visitante, Manu Herrera fue la figura de su equipo: en la segunda parte realizó tres grandes paradas, una de ellas excepcional a tiro de Pedro Montero. Los locales murieron además en el área contraria, encerrando a su rival y viendo como el árbitro anulaba un gol de Asier en el descuento por fuera de juego, lo que crispó los ánimos del público, que al final del partido despidió a los suyos entre fuertes aplausos.
Tras un primer tiempo de juego de mucho control, dominado por el Atlético Baleares y con el Langreo buscando el contragolpe, ordenado atrás, y con pocas ocasiones -una por cada equipo-, el paso por los vestuarios sentó bien a ambos contendientes. El ritmo de juego aumentó, las combinaciones empezaron a definirse, y desde el principio hubo oportunidades.
Fue en el minuto 55 cuando se abrió el marcador. Tras una pérdida langreana en el centro del campo y un rebote, un buen pase de Gabarre dejó a Villapalos completamente solo ante Adrián Torre, al que superó con sangre fría en su salida. El Langreo empezó a dominar el partido, obligó al Baleares a echarse atrás, y fruto de este dominio llegaron las ocasiones y las grandes intervenciones de Herrera: primero a un cabezazo de Alain tras un córner; poco después, a otro cabezazo de Marenyá, que se fue envenenando, y que pudo blocar finalmente, y ya al final del partido, cuando la grada cantaba gol, con una gran estirada a la escuadra, a mano cambiada, tras un buen disparo de Pedro Montero
En los minutos finales, el Baleares paró el juego, cortando el ritmo del partido. Eso no frenó al Langreo, que siguió acosando a su rival, llegando a marcar un gol que fue anulado por fuera de juego en el descuento.