Un gol del luanquín en el último minuto dio los tres puntos al Unión Popular de Langreo, en un partido muy igualado y en el que apenas se vieron ocasiones hasta el tramo final. Vanderson abrió la lata en el 71 tras un centro de Samu Pérez. Pero diez minutos después Borja Álvarez igualó tras una falta lateral. Cuando parecía que el partido iba a finalizar en tablas, Pablo Ares se encontró un balón suelto en el área y dio los tres puntos al Unión, ante un Marino que tuvo que jugar con la segunda equipación de los langreanos ante la imposibilidad de usar sus camisetas por coincidencia de colores.

Casi un mes después, el Unión Popular de Langreo volvía a Ganzábal. Lo hacía mermado por las bajas, un escenario que complicaba aún más las cosas ante la visita de un Marino enrachado, y que venía de encadenar dos victorias consecutivas. Antes del inicio del encuentro llegó la polémica. El colegiado no autorizó al Marino a utilizar ninguna de las dos equipaciones presentadas por coincidencia de colores con la indumentaria langreana. Los de Manel tuvieron que enfundarse la segunda equipación del Unión para saltar al césped de Ganzábal, que presentó una gran entrada en el primer duelo regional del curso.

Un encuentro marcado por la igualdad. En el primer tiempo el Marino llevó el control del juego, ante un Langreo muy bien plantado y que apenas concedió ocasiones. De hecho la primera fue para los langreanos. Vanderson se revolvió en el área y dio el primer aviso con un zurdazo escorado que se fue al lateral de la red. El juego directo sobre el atacante brasileño fue la principal amenaza local. Ante las dificultades para superar las líneas langreanas, el Marino optó por probar desde lejos. Diego Díaz lo intentó en varias ocasiones. Aunque la primera clara fue en un centro que cabeceó Borja Álvarez por encima del travesaño. Replicó pronto el Unión, que tuvo el gol otra vez en las botas de Vanderson. El delantero de los langreanos disparó desde la frontal, pero su disparo pegó en un defensa y salió lamiendo el poste. También acarició la madera el intento de Lora a cuatro del descanso. La última de un primer tiempo sin mucho peligro y en el que el marcador hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego.

Mejoró el Unión tras el intermedio. Se sacudió el control visitante y comenzó a llegar con más peligro. Aunque el Marino también amenazaba. Los de Manel Menéndez tuvieron el 0-1 en un remate de Isma Cerro que repelió la zaga langreana. Los de Pablo Acebal dominaban las áreas, y eso fue lo que decantó la balanza. En el 71 llegó el primer zarpazo. Otra vez de un Vanderson en estado de gracia. Samu Pérez ganó la línea de fondo y sirvió un centro raso que no acertó a rematar Breñé. El balón se paseó por el área pequeña hasta el segundo palo, donde apareció el brasileño para empujar a placer al fondo de las mallas. Pero el Marino no tardaría en reaccionar. Los luanquinos igualarían diez minutos después tras una falta lateral. La defensa del Unión despejó, pero el balón cayó a las botas de Adolfo, que volvió a colgar la pelota al área. Miguel Cuesta no conectó el remate, pero sí lo hizo Borja Álvarez en el segundo palo para devolver las tablas al marcador. A pesar del golpe el Unión se repuso. También a los problemas físicos, que obligaron a Pablo Acebal a acabar el partido con Enol de lateral izquierdo y Nacho López de central zurdo. Siguió creyendo el Unión, que tuvo el gol en un disparo lejano de Ares que pudo sorprender a Dennis. El premio le iba a llegar en el seis del añadido. Pablo Álvarez colgó una falta al área. La defensa luanquina repelió, y el balón le cayó a Omar Álvarez. El mediapunta encontró a Joselu Guerra en el carril derecho, para que éste volviese a servir un centro raso. Dennis detuvo el remate de Vanderson, pero el balón le quedó muerto a Pablo Ares, que no desaprovechó la oportunidad y dio los tres puntos al Unión. No tuvo tiempo para reaccionar el Marino, que  vio cómo se le escapaban los puntos en el último suspiro.