Tras dos jornadas sin perder y dos victorias en las dos últimas salidas, el Langreo sufrió una goleada en Lezama en el partido en el que solo respondió bien durante los primeros 45 minutos.

Hernán Pérez diseñó un conjunto muy serio que iba a generar ocasiones y peligro en Lezama. Y no iban a estar solos en el feudo vizcaíno porque llegaron aficionados asturianos que no pararon de animar durante la contienda. Además, a los tres minutos David enviaba al área para que Allyson rematara de cabeza aunque sin dirección. Los bilbaínos poco a poco empezaron a jugar como ellos saben y provocaron dos saques de esquina. Poco después el lateral izquierdo Rojo enviaba un centro bombeado al segundo palo para que marcara Villalibre su octavo gol de la temporada. Los del Nuevo Ganzábal no se dieron por vencidos y salieron con más ímpetu de su parcela. En una falta lateral a casi 40 metros de la portería local el capitán Dani López la sacaba con mucha rosca y el balón se colaba en la meta rojiblanca ante un Etxebarría tapado por un gran número de jugadores de ambos equipos.

En el último cuarto de hora de la primera mitad Héctor y Riki llegaron en franquicia pero sus centros no iban a encontrar rematador. Ni tampoco dos saques de esquina seguidos ante un Etxebarria que ligeramente nervioso pudo haber encajado un nuevo tanto. El marcador volvería a moverse aunque no a favor de los asturianos que eran los que más ganas estaban poniendo. Un balón ante una zaga muy adelantada llegó a pies de Íñigo Vicente que no iba a perdonar. Una vaselina por encima de Imanol ponía el 2-1 en el tanteador.

Aunque los de Pérez no se amilanaron y al filo del descanso David iba a rematar en boca de gol con tan mala suerte que el cuero le daba en la cara a un batido Etxebarría que salvaba las tablas.

No pudo comenzar la segunda parte para los de Garitano. Aparecía de nuevo Íñigo Vicente a los 30 segundos de la reanudación y prácticamente dejaba sentenciaba la contienda. No consiguió reaccionar el Langreo y un penalti de Cristian sobre Larrazábal supuso el final definitivo.